Reemplazar nuestra tarjeta verde no es solo actualizar un documento perdido, dañado o vencido.
Es una manera de proteger el camino que estamos construyendo en Estados Unidos. Para quienes vivimos lejos de nuestro país, cada papel cuenta: sostiene nuestro trabajo, nuestra estabilidad y la sensación de que estamos avanzando sin que un trámite pendiente nos deje en pausa.
A veces el proceso puede parecer frío, lleno de números de formulario y pasos técnicos. Pero detrás de cada gestión hay algo más profundo: nuestra necesidad de sentirnos seguros, de estar en regla, de pertenecer plenamente al lugar donde estamos levantando una vida nueva.
Reponer la tarjeta verde es, en parte, recuperar tranquilidad.
En este artículo explicaremos cómo reemplazarla, qué documentos necesitamos, qué plazos manejar y qué ocurre si hacemos el trámite desde fuera de Estados Unidos.
Y también hablaremos del lado silencioso de este proceso: la fuerza, la paciencia y la constancia de quienes insisten en quedarse, crecer y construir futuro.
Cuándo necesitamos reemplazar nuestra tarjeta verde
Hay varios momentos en los que debemos reemplazar nuestra tarjeta verde, y conocerlos nos ayuda a evitar retrasos, multas o problemas al viajar, trabajar o realizar trámites.
Aunque a veces posponemos este tipo de gestiones, es importante saber que la tarjeta es la prueba física de nuestro estatus como residentes permanentes.
Debemos reemplazarla cuando:
- Ha expirado o está por expirar: la tarjeta verde tiene una validez de 10 años. Si se acerca la fecha límite, lo mejor es iniciar el trámite cuanto antes.
- Se perdió o nos la robaron: esto puede generar estrés, pero tiene solución. Lo importante es reportarlo y comenzar cuanto antes el proceso de reemplazo.
- Está dañada, ilegible o deteriorada: si la tarjeta está partida, borrosa o presenta desgaste, conviene solicitar una nueva para evitar problemas en controles o verificaciones.
- Hay un error en los datos: si nuestro nombre, fecha de nacimiento o categoría aparecen incorrectos, es necesario reemplazarla con la información adecuada.
- Actualizamos información personal: por ejemplo, un cambio de nombre legal que requiera reflejarse en todos nuestros documentos.
- Nunca recibimos la tarjeta después de obtener la residencia: en ocasiones, se pierde en el correo. En ese caso también corresponde solicitar un reemplazo.
Identificar estas situaciones a tiempo no solo evita complicaciones: también nos permite mantener nuestro estatus claro y visible, algo esencial para vivir, trabajar y movernos con tranquilidad dentro del país.
Cómo iniciar el proceso de reemplazo de la tarjeta verde (paso a paso)
Reemplazar nuestra tarjeta verde puede parecer complicado al principio, pero el proceso se vuelve más sencillo cuando conocemos cada paso.
Lo importante es seguir el orden correcto y reunir la información necesaria desde el inicio.
1. Completamos el Formulario I-90
El trámite se hace a través del formulario I-90, disponible en la página oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
Podemos llenarlo de dos formas:
- En línea, creando una cuenta en USCIS.
- Enviándolo en físico por correo postal.
Hacerlo en línea suele ser más rápido y permite revisar el estado del caso en cualquier momento.
2. Preparamos la documentación necesaria
Dependiendo de nuestra situación, necesitaremos ciertos documentos. Mientras más clara sea la información que enviemos, más fluido será el proceso.
3. Pagamos la tarifa correspondiente
USCIS cobra una tarifa por el reemplazo, que incluye el costo del trámite y, en algunos casos, el costo de la toma de datos biométricos.
Es importante pagar solo a través de los canales oficiales: USCIS nunca solicita pagos externos o por aplicaciones informales.
4. Acudimos a la cita de huellas biométricas (si nos la asignan)
A algunas personas se les pide acudir a un Application Support Center. Ahí toman huellas y una fotografía, parte del proceso normal de verificación.
5. Revisamos el estatus del caso
Una vez enviado el formulario, USCIS nos dará un número de recibo.
Con ese número podremos:
- Ingresar a nuestra cuenta.
- Ver actualizaciones.
- Responder solicitudes de información adicional.
- Saber cuándo tomarán una decisión.
6. Recibimos la nueva tarjeta
Cuando USCIS aprueba el caso, envían por correo la nueva tarjeta verde.
Conviene revisar que la dirección esté actualizada y que haya alguien disponible para recibirla.
Este proceso puede llevar desde semanas hasta varios meses, según la carga de trabajo de USCIS. Lo importante es mantenernos atentos a cualquier notificación y responder a tiempo a lo que el sistema solicite.
Documentos esenciales para evitar retrasos
Para que el reemplazo de nuestra tarjeta verde avance sin trabas, es importante reunir ciertos documentos que pueden acelerar la revisión del caso.
No todos serán necesarios para todas las personas, pero tenerlos listos facilita que USCIS verifique nuestra identidad y el motivo del reemplazo sin pedir información adicional.
Identificación personal clara y actualizada
Contar con un documento que muestre nuestro nombre y fecha de nacimiento ayuda a confirmar quiénes somos. Puede ser:
- Pasaporte de nuestro país.
- Un documento nacional de identidad.
- Una licencia de conducir emitida en Estados Unidos.
Mientras más legible esté, mejor.
Evidencia de residencia en EE. UU.
No es obligatorio en todos los casos, pero presentar pruebas de dónde vivimos puede agilizar la validación de datos. Sirven documentos como:
- Contratos de renta.
- Facturas de servicios.
- Cartas oficiales dirigidas a nuestro domicilio.
Registros que confirman cambios recientes
Si hemos cambiado de nombre o de información personal, tener a mano:
- Actas de matrimonio.
- Decretos judiciales.
- Certificados de modificación de nombre, permite que USCIS procese el reemplazo sin pedir aclaraciones extra.
Comprobantes de correspondencia con USCIS
Guardar cualquier carta, recibo o notificación que hayamos recibido anteriormente facilita la revisión del historial. Esto demuestra continuidad y puede ayudar a que no se dupliquen pasos ya realizados.
Copia de cualquier documento migratorio previo
Aunque no es indispensable, presentar documentación antigua, como cartas de aprobación, permisos anteriores o constancias de entrada al país, puede servir de respaldo si USCIS necesita verificar nuestra trayectoria migratoria.
Tener estos documentos ordenados desde el principio es una forma de cuidar nuestro tiempo, reducir la posibilidad de retrasos y avanzar con más tranquilidad en un proceso que, aunque técnico, sostiene una parte importante de nuestra vida en Estados Unidos.
Lo que realmente significa reemplazar nuestra tarjeta verde
“A veces, lo que renovamos no es un documento: es nuestra propia confianza en el futuro.”
Reemplazar nuestra tarjeta verde puede sentirse como un trámite más, otro formulario, otro pago, otra espera.
Pero en realidad, detrás de ese papel hay algo mucho más grande. Es la forma en que aseguramos nuestro lugar en un país donde hemos trabajado, aprendido, crecido y construido vínculos que ya forman parte de nuestra historia.
No lo hacemos solo por obligación: lo hacemos porque queremos continuar lo que empezamos.
Cada documento enviado, cada cita, cada actualización es una manera de decir: “Aquí estamos, seguimos apostando por este camino.”
Y eso tiene un valor emocional enorme. Significa que a pesar de la distancia, del esfuerzo o de lo que hemos dejado atrás, seguimos avanzando. Que no nos rendimos. Que queremos vivir con tranquilidad, con estabilidad y derecho de sentir que también pertenecemos aquí.
Hacer este trámite no es simplemente recuperar una tarjeta. Es recuperar calma y volver a sentir que nuestra vida está en orden.
Es sostener la posibilidad de seguir creciendo sin miedo a que un detalle administrativo nos detenga.
En Curiara, sabemos que cada documento que cuidamos sostiene mucho más que un estatus: sostiene historias, familias, oportunidades y todos esos pasos que nos trajeron hasta aquí.
Reemplazar una tarjeta verde es un acto práctico, sí, pero también es una forma de proteger quiénes somos y hacia dónde queremos ir.
Seguimos aquí para acompañar ese camino, para hacer que cada proceso sea un poco más claro y para recordarte que la pertenencia también se construye así: cuidando de ti, de tus documentos y de tu futuro.
Curiara: avanzar también es pertenecer.